El jamón ibérico es uno de esos manjares mediterráneos que no puede faltar en ninguna cocina española. Es un alimento típico de la tierra que además, adereza con su intensidad y sabor cualquier paladar en cualquier ocasión especial. Por eso, hay que saber seleccionarlos adecuadamente y saber bien cuál es que debemos llevarnos a casa.
A la hora de comprar jamones ibéricos, una de las cosas fundamentales que tenemos que decidir es si queremos una pata de cebo, recebo o bellota. ¿Y esto qué significa? Pues bien, cuando estamos ante un jamón ibérico de cebo, quiere decir que la alimentación de animal se ha basado en piensos durante toda su vida mientras que uno de recebo, ha combinado una alimentación con piensos y bellota. Por último, un jamón ibérico de bellota procede de aquel animal que se ha alimentado de bellota siempre y por lo tanto, son los de mejor calidad.
Con las paletas ibéricas pasa igual, sólo que en vez de ser la pata trasera del animal es la delantera y tiene algo menos de carne. Aunque es una carne igual de excelente. A la hora de elegir un jamón o comprar una paleta de bellota tenemos que tener en cuenta la dureza de la grasa y el brillo de la misma. Si es muy brillante y apretamos con el dedo y se hunde ligeramente, notaremos enseguida que se trata de una carne de excelente calidad.
A la hora de comprar jamones ibéricos o paletas ibéricas de bellota, también debemos tener en cuenta la diferencia entre ambos. A parte del tamaño que les diferencia (la paleta suele ser más pequeña ya que tiene de media dos o tres kilos menos), la carne de la paleta posee más partes grasas y hueso en proporción a los jamones. Además, tardan menos tiempo en curarse y es más difícil su corte ya que son más estrechas y además el hueso dificulta la operación.
Sea como sea, si no está muy claro y a la hora de obtener tu jamón o paleta no lo tienes muy claro, debes consultar con un experto para que no te equivoques y puedas llevarte a casa el mejor producto que se adapte a tus necesidades y a su presupuesto.
A la hora de comprar jamones ibéricos, una de las cosas fundamentales que tenemos que decidir es si queremos una pata de cebo, recebo o bellota. ¿Y esto qué significa? Pues bien, cuando estamos ante un jamón ibérico de cebo, quiere decir que la alimentación de animal se ha basado en piensos durante toda su vida mientras que uno de recebo, ha combinado una alimentación con piensos y bellota. Por último, un jamón ibérico de bellota procede de aquel animal que se ha alimentado de bellota siempre y por lo tanto, son los de mejor calidad.
Con las paletas ibéricas pasa igual, sólo que en vez de ser la pata trasera del animal es la delantera y tiene algo menos de carne. Aunque es una carne igual de excelente. A la hora de elegir un jamón o comprar una paleta de bellota tenemos que tener en cuenta la dureza de la grasa y el brillo de la misma. Si es muy brillante y apretamos con el dedo y se hunde ligeramente, notaremos enseguida que se trata de una carne de excelente calidad.
A la hora de comprar jamones ibéricos o paletas ibéricas de bellota, también debemos tener en cuenta la diferencia entre ambos. A parte del tamaño que les diferencia (la paleta suele ser más pequeña ya que tiene de media dos o tres kilos menos), la carne de la paleta posee más partes grasas y hueso en proporción a los jamones. Además, tardan menos tiempo en curarse y es más difícil su corte ya que son más estrechas y además el hueso dificulta la operación.
Sea como sea, si no está muy claro y a la hora de obtener tu jamón o paleta no lo tienes muy claro, debes consultar con un experto para que no te equivoques y puedas llevarte a casa el mejor producto que se adapte a tus necesidades y a su presupuesto.
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